26 Apr
26Apr

Hola a todas y a todos!

Vamos a activar un aprendizaje colaborativo. Os pedimos, por favor, que para el jueves vengáis a clase con los tres puntos siguientes hechos, para poder realizar una tertulia pedagógica.

1. En la pestaña TERTULIAS PEDAGÓGICAS DIALÓGICAS podréis leer los fundamentos didácticos. A continuación extractamos las instrucciones y el cuento sobre el que trabajaremos. 

INSTRUCCIONES

- Como previo a la tertulia, leer el texto y subrayar frases o párrafos que te llamen la atención.

- Pensar o escribir por qué lo has elegido; es decir, las razones que has tenido para marcarlo.

- Sólo se puede intervenir pidiendo la palabra.

- En la tertulia cada persona lee en voz alta lo subrayado, indicando antes en qué página está y dónde podemos localizar ese párrafo.

- Después de leerlo, comentar por qué lo has elegido, qué es lo que te sugirió o qué es lo que llamó tu atención. Todo menos "porque sí""porque no"ya que lo que ha de primar son los argumentos.

- Luego, el resto de contertulios/as puede opinar sobre los comentarios de los demás o, simplemente, comentar el mismo párrafo.

Nota: las negritas son guías para la exposición.

CUENTO:

24 de diciembre de 2025. Horas antes de la cena de Navidad.

Entonces... ¿Es verdad que hubo una época que prohibieron salir de casa?, - preguntó María, con su inocente vocecita de 6 años?.

Es verdad, – respondió Papá- Había un virus bastante grave, y para evitar que nos contagiáramos tuvimos que estar casi dos meses y medio sin poder salir de casa, salvo para comprar lo esencial …

Mamá, asomando la cabeza desde la cocina, miraba de reojo a Papa para ver como continuaba la historia, cuando Jorge, su hermano, algo mayor que ella, cortó por lo sano. ¡¡¡Buff!!!, - Aun me acuerdo de esa época. Fue horrible. No se podía salir a la calle para nada, y estábamos todo el día en casa. Recuerdo que batí casi todos mis récords en mis juegos preferidos.

¡¡¡ Si, me acuerdo perfectamente ¡!! intervino, Lucía, la hermana mayor, con sorna desde el contiguo sillón, Fue la etapa más tranquila de mi vida. Estuviste encerrado en tu cuarto y no te vi durante meses, salvo a las horas de comer y cenar. Lucia se calló al ver la cara que tan bien conoce con la que la está mirando Mamá, mientras prepara la mesa para la cena.

Papá continuó hablando: Fue una época muy difícil para todos. Tardaron casi un año y medio en encontrar una vacuna así que nos tuvimos que organizar todos de otra forma a lo que estábamos acostumbrados. Ahora podemos verlo, aunque entonces no éramos conscientes, fue un momento en el que cambiaron mucho las cosas, Por ejemplo, antes la gente se daba dos besos y abrazos cuando se encontraban en la calle. Y era muy frecuente que apiñaran a distancias muy cercanas en cualquier situación, en la cola del supermercado, por ejemplo. Eso por no hablar de otros cambios mayores. Por ejemplo, de geopolítica...Fue entonces cuando China comenzó a ser lo que ahora es, y cuando Estados Unidos dejó de ser lo que era…

¿Dos besos?, ¡¡¡¡qué asco!!!- respondió María, provocando las risas de toda la familia. ¿ Y qué pasaba con los niños? ¿No iban al Cole? 

 !!!No, ¡¡¡qué va !!!, respondió Lucía. Estaba expresamente prohibido. Los profesores mandaban deberes por un sistema antiguo que se llamaba correo electrónico, y los niños tenían que hacerlos desde casa.

¿Y eso les gustaba? 

¡Para nada !, dijo riéndose Jorge, pero bueno, es que la escuela en nuestros tiempos no le gustaba a nadie... Mamá, se rió mientras encendía el alumbrado navideño.

¿Y qué hacíais durante todo ese tiempo?

Papá, con orgullo, dijo: Yo aproveché muy bien el tiempo para pensar. Y así, pude hacer el proyecto de lo que hoy es mi empresa. Y además, empecé mi colección de música clásica...y señaló con su mirada una impresionante colección de CD de la librería.

Mientras Mamá colocaba los últimos detalles de la mesa, María preguntó:

¿Y tú, Abuela? La abuela paró un segundo de hacer ganchillo, y una sonrisa iluminó su rostro, El abuelo, que en paz descanse y yo, estuvimos muy tranquilitos en casa. Todos los días hacíamos videoconferencias con la familia y nos mandábamos mensajes con los amigos. Y veíamos muchas películas, y fotos de familia. Lo peor fue cuando perdí a mi hermano, y ni siquiera pude despedirme de él…. Mamá, acarició el plateado cabello de la abuela, que se enjugaba una lagrima que, incipiente, asomaba a sus ojos.

Jorge se revolvió en el sillón para interrumpir: Lo de las películas, me acuerdo perfectamente. Recuerdo haber visto todas las series de “anime” que había entonces. !!Bueno, y además, conseguí ser el 43 en ranking español de League of Legends.¡¡

Lucía, le contestó: ¡Tú siempre igual! Podrías haber aprovechado el tiempo en algo más útil, como hizo Papa, o como hice yo, que aprendí a tocar la guitarra, y colaboré con una ONG para fabricar y distribuir mascarillas para quienes no tenían. Si, hombre...¡¡Voy a hacer lo que tú digas ¡!– respondió airado Jorge

Mamá, mientras recogía del suelo el juguete de la perra, intervino:

Lucía, es verdad que estuvo muy bien lo que hiciste, pero Jorge era pequeño aun para eso. ¡¡Y ahora todo el mundo a la mesa, que ya está todo listo para cenar!!!

La mesa, primorosa, reluce esta noche, vestida con el mantel, los platos, la cubertería, y las copas reservadas para las grandes ocasiones, y adornada con los mejores adornos navideños. Y en las fuentes, la comida, apetitosa y lucida, brilla con las luces del árbol, invitando a todos a disfrutar de la cena navideña.

Y justo entonces, cuando ya todos están sentados a la mesa, y Mamá ya está sirviendo la sopa, María le preguntó a Mama:

Mama, ¿Y tú, que hiciste entonces? ¿Tú también hiciste algo importante como Papá, Lucía o Jorge?

Mamá, sonríe, con una mirada pensativa, mientras recuerda aquella época. Recuerda las preocupaciones y el mal humor de Papa, ante las incertidumbres económicas, y como en sus conversaciones nació la idea de la empresa. Se acuerda también de estar pendiente del Abuelo y de la Abuela, que no les faltase de nada, ni al vecino de la casa de al lado, que no tenía a nadie para cuidar de él. De las largas conversaciones con su hermana María José, que lo estaba pasando fatal con el embarazo. De apoyar a su compañera de trabajo que había caído enferma con el virus.

Y, además, del teletrabajo, mantener el orden y la limpieza, y preparar fiestas, dulces y sorpresas para mantener la moral y la alegría durante la difícil convivencia de la adolescencia de Lucía y la impaciencia de Jorge, las preocupaciones de Papá, las dolencias del abuelo...

No, cariño, No hice nada digno de mención. Más o menos, lo de siempre, respondió Mamá, mientras continuaba sirviendo la siguiente cucharada de sopa."

Cuento extraído de:

https://historiasycuentosdelcoronavirus.blogspot.com/2020/04/y-tu-que-hiciste-durante-el-corona-virus.html


2. "Muchos caminan, pocos dejan huella" 

Actividad: Coge un folio y lápices de colores. Coloca el folio en el suelo y descálzate. Dibuja el contorno de uno de tus pies. Escribe un mensaje dentro del contorno. Puede ser también tu mano.

Reflexiona: ¿Qué huella crees que estás dejando en los demás? ¿Qué huella te gustaría dejar? 

Por favor, envíanos tu dibujo a: sandrazucasalonso@gmail.com antes del jueves.

3. Por favor, en el mismo correo al que nos enviéis el dibujo de vuestro pie o mano necesitaríamos que nos enviéis tres palabras referentes a lo que represente para vosotros el APRENDIZAJE DIALÓGICO

¡MUCHAS GRACIAS POR TODO!

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