19 Apr
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La profesión docente requiere de compromiso y responsabilidad. En palabras de Michael Fullan y Andy Hargreaves: “La docencia es una profesión emocionalmente apasionante, profundamente ética e intelectualmente exigente, cuya complejidad solamente es vivida por quienes solemos poner el cuerpo y el alma en el aula”. 

Es una profesión exigente que requiere de una formación continua. Educar es un reto. Cada niña y niño nos plantea ese reto de construir y diseñar un contexto que les permita y facilite aprender y desarrollarse al máximo de sus posibilidades.

Educar, además, implica una ruptura con la cultura docente individualista y requiere del trabajo cooperativo del profesorado. Todo el alumnado del centro es alumnado de todo el profesorado. Las dificultades que surgen en un aula deben ser abordadas desde los equipos docentes y no en soledad por el tutor o la tutora del aula. Apoyando esta idea, en el libro “La escuela que queremos”,  Michael Fullan y Andy Hargreaves  explican que necesitamos “una escuela donde exista una eficaz colaboración profesional entre el personal docente”. 

Proponemos utilizar la herramienta de la reflexión sobre la propia práctica de forma individual y colectiva. Creemos que es muy importante detenernos a observar lo que hemos hecho y sus resultados. La reflexión parte de preguntarnos, de cuestionarnos continuamente sobre la práctica diaria.

Es muy importante que desde la escuela se fomente un pensamiento crítico a través de la reflexión. La reflexión nos invita a mejorar, a reconstruirnos, a parar, a pensar… es una tarea a la que no estamos acostumbrados, pero es muy necesaria su práctica. Aprovechar cualquier situación, experiencia, vivencia… invitar a la reflexión y posteriormente poner en común aquello que consideramos importante para conocer entre todos y todas los y las integrantes los diferentes puntos de vista y enriquecernos de la diversidad.

La reflexión en la acción permite corregir, reorientar o mejorar sobre la marcha los planteamientos previos y la propia acción. Con palabras de Schön (1992):

“Cuando hablamos del profesor nos estamos refiriendo a alguien que se sumerge en el complejo mundo del aula para comprenderla de forma crítica y vital, implicándose afectiva y cognitivamente en los intercambios inciertos, analizando los mensajes y redes de interacción, cuestionando sus propias creencias y planteamientos proponiendo y experimentando alternativas y participando en la reconstrucción permanente de la realidad escolar.” (Schön, 1992:89)

Elliot (2005), nos propone también la reflexión como método de intervención:

“Mediante la reflexión y el diálogo es posible progresar en el desarrollo de formas compartidas de comprensión de los conceptos éticos y de los dilemas contradictorios de la práctica”. (Elliot, 2005, p.17)

Compartiremos en breve las conclusiones de nuestro trabajo, luego de la sesión presencial del 30/04/2020.

MUCHAS GRACIAS POR VUESTROS APORTES♥

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